14/06/2022
La perseverancia como autora de grandes proyectos
Te invitamos a conocer los inicios del campus de la Universidad Católica de Salta: un lugar donde los sueños toman valor.
El primer Arzobispo de Salta, Roberto José Tavella, y el doctor, Robustiano Patrón Costas, fueron pioneros en pensar en la educación superior privada en el norte del país. Ellos, fueron los responsables de la fundación y realización de la Universidad Católica de Salta, la primera casa de altos estudios.
En 1942, en una entrevista, Robustiano Patrón Costas le preguntó al Arzobispo qué se podía hacer para conseguir la formación de la juventud salteña, a lo que le respondió que lo que faltaba era una “universidad seria, de verdadera y cabal formación cristiana, encuadrada dentro de la noble tradición salteña”. Siguiendo con la entrevista, el doctor dijo que para eso, se necesitaría una ley que hiciera posible la universidad privada, a lo que el monseñor respondió: “¿porque no lo intenta usted?”. Siguiendo ese camino, en 1958 y durante la presidencia del Dr. Arturo Frondizi, se promulga la Ley 14.557, que autorizaba la fundación de universidades privadas.
Desde el principio, Monseñor Tavella tuvo como objetivo procurar a la juventud salteña el máximo y armónico desarrollo de sus dotes intelectuales y proporcionar progreso y cultura a Salta y a todo el Norte Argentino. Para lograrlo, necesitaba apoyo económico, el cual fue aportado por Patrón Costas. Ambos, perseverantes por excelencia, confiaban a la Educación, la misión de formar al hombre “artífice del progreso”.
El Arzobispo no dejó de trabajar hasta el final de sus días para que se haga realidad su idea de una universidad en la ciudad de Salta. En marzo de 1963, finalmente pudo firmar el Decreto Arzobispal por el que se dispuso la creación de la Universidad Católica de Salta, y en mayo del mismo año murió. Dos años después falleció el Dr. Robustiano Patrón Costas confiando la tarea a su hijo, el Ing. Eduardo Patrón Costas, quien tomó como propio el proyecto y se encargó personalmente de cumplir el mandato paterno.
Muchos otros fueron partícipes también de este proyecto, como Jaime Durán donando las cuarenta y dos hectáreas de la Finca Castañares que hoy forman el campus de la universidad; el doctor Juan Carlos Santillán aportando los treinta y cinco mil volúmenes para integrar la Biblioteca; el arquitecto Hector Escurra diseñando los planos de la ciudad universitaria (de los primeros edificios y de la iglesia) de forma gratuita; Carmen Patrón Costas vendiendo su casa para que el dinero sea destinado a la construcción de la capilla; y el ingeniero Jorge Luis Matassi diseñando y ejecutando la parquización del predio; entre otros.
Las tierras donadas estaban llenas de historia, ya que allí tuvo lugar el triunfo de Belgrano un 20 de febrero en la Batalla de Salta. El 15 de octubre de 1966, fue el día elegido para colocar la piedra fundamental en Campo Castañares haciendo honor a Santa Teresa de Jesus, Doctora de la Iglesia.
Las clases comenzaron a dictarse en marzo de 1967 en el edificio del Colegio Belgrano hasta que se habilitaron las instalaciones del Campo Castañares. En 1969, los primeros edificios del Campus fueron inaugurados.
En los inicios se organizaron tres facultades y dos escuelas: Facultad de Artes y Ciencias; Facultad de Ingeniería; Facultad de Economia; Escuela de Servicio Social y Escuela de Secretariado Universitario.
Hoy, el campus cuenta con nueve edificios de Facultades y Escuelas, laboratorios, un hospital escuela para pequeños y grandes animales, capilla, biblioteca, instalaciones deportivas, comedor universitario, estudio de radio y televisión y un anexo en el centro de la ciudad donde funcionan áreas administrativas y de servicios donde se encuentra la sede central del Sistema de Educación a Distancia.
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