La Universidad Católica de Salta deja huella con otro proyecto de investigación que pretende develar los “secretos” de la naturaleza. Se trata de “SiMonA”, un Sistema de Monitoreo Acústico que registra los sonidos del medio en alta calidad y por tiempo prolongado para aprender más sobre especies poco conocidas, estudiar el comportamiento de la naturaleza y discernir la huella del hombre en esos espacios.
El sistema fue creado por un grupo de investigadores de UCASAL y se utiliza para, luego de hacer el registro, recibir indicadores sobre el medioambiente: Actividad biófona (como sonidos de aves u otros animales) y geófona (es decir, si hay vientos o lluvias o cómo se mueven los ríos).
SiMonA se encarga de facilitar información para que quienes luchan contra la deforestación o la caza de especies protegidas puedan “actuar en consecuencia”. Además, permite escuchar los fenómenos a distancia para hacer una lectura o análisis, logrando profundizar el conocimiento de la biología sobre especies nocturnas o difíciles de observar con cámaras trampa, por ejemplo, porque se mimetizan con el paisaje.
En principio, el proyecto está a prueba en finca El Paraíso, un campo experimental de la Universidad ubicado dentro del Chaco Salteño, una zona en donde convive la deforestación con proyectos de agricultura y ganadería regenerativa.
Damián Payo, docente universitario de UCASAL, becario del CONICET y director del proyecto, profundiza sobre uno de los fines principales: Descubrir la actividad antrópica.
“Se trata de la actividad humana, que en ese tipo de espacios pueden ser los factores que más afectan, sobre todo áreas protegidas o áreas de conservación”, comenta.
El sistema comenzó a gestarse en el año 2020 como un proyecto de investigación de la Universidad para registrar sonidos en ambientes naturales de la provincia de Salta. Sobre este desafío, las premisas eran dos: lograr el menor costo y mayor alcance posible.
“Desde Vicerrectorado de la Universidad Católica de Salta, nos impulsaron a dejar de pensar en un proyecto de investigación y nos animaron a dar el salto para transformar a SiMonA en un proyecto de innovación tecnológica. Empezamos a analizar quiénes serían los posibles usuarios de este prototipo, a quienes podía serle útil este diseño y cómo podría aplicarse, y a partir de ahí vislumbrar algunas proyecciones de este dispositivo”, asegura el director del proyecto.
En otro orden, el aporte que diferencia al sistema de otros proyectos similares, es que el mismo no sólo realiza los cálculos, sino que también emite, a través de un dispositivo de comunicación y vía internet, información sobre la actividad que ocurre minuto a minuto. “Esto no era factible hasta el desarrollo argentino”, resumen los investigadores.
A futuro, se podrían trazar movimientos migratorios a través de mayor cantidad de dispositivos. Este primer paso puede derivar en la expansión del prototipo por el mundo.