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Por un futuro más sostenible: UCASAL crea refugios para polinizadores
en Salta

El proyecto, generado por una cátedra de Diseño Industrial, desarrolla estaciones naturales pensadas para entornos urbanos grises. 

En un mundo donde las ciudades se han vuelto entornos cada vez más hostiles para la naturaleza, surge una iniciativa innovadora liderada por alumnos de la carrera de Diseño Industrial de UCASAL, bajo la dirección de Lautaro Kolber, quienes han desarrollado estaciones para polinizadores.

Se trata de estructuras diseñadas para apoyar a los insectos en su labor de polinización, vital para la biodiversidad y la producción de alimentos, que se colocan en puntos estratégicos de las ciudades.

El equipo de diseñadores prefiere el término “estaciones” en lugar de “refugios”. Aunque no vendría mal la palabra refugio, porque cuando se habla de refugio se habla de necesitar determinada protección o amparo frente a condiciones adversas. Pero para estos diseñadores el término “estación” refleja mejor la intención de acompañar y facilitar el movimiento de los polinizadores en un entorno urbano adverso, caracterizado por el cemento y las altas temperaturas.

La inspiración surge en el profesor Kolber, quien tiene una formación en permacultura y un gran interés en la biomímesis, una disciplina que estudia cómo la naturaleza diseña y responde a desafíos. Se trata de entender cómo la naturaleza almacena agua, produce alimento y recicla sin generar basura. Son soluciones basadas en la naturaleza traducidas en diseños industriales y urbanos, productos que buscan imitar la eficiencia y sostenibilidad de los ecosistemas naturales.

El Proyecto Polen que surge de una cátedra de UCASAL no solo es un ejemplo de innovación en diseño industrial, sino también de la creciente tendencia hacia la interdisciplinariedad y transdisciplinariedad en las profesiones proyectuales. El perfil de un diseñador industrial conlleva tener acceso a un sinnúmero de conocimientos, aunque siempre deberá ser versátil y cultivar una gran capacidad de colaboración con especialistas de diversas disciplinas para profundizar en los detalles.

Las estaciones para polinizadores están construidas con chapa cortada con láser y madera plástica reciclada, pero sin dejar de ser una estructura agradable porque, como se sabe, la naturaleza utiliza la estrategia de la belleza como atractor. “Estas estaciones pueden configurarse de diversas maneras, adaptándose a las características del lugar donde se emplazan, optimizando el espacio y captando la luz solar necesaria”, explicó el profesional y agregó que “además de su función práctica, las estaciones para polinizadores tienen un fuerte componente educativo.

Cada estación incluye un código QR que proporciona información sobre las variedades de plantas, los polinizadores que atraen y cómo los ciudadanos pueden contribuir a la biodiversidad desde sus propios espacios. La educación se refleja en el diseño digital o diseño de interfase”.

Este primer módulo del Proyecto Polen es una hipótesis de estación para polinizadores. En esta primera instancia lo que se busca es generar un fuerte impacto en las personas, más que en los polinizadores. ¿Por qué? Porque quieren generar conciencia ambiental. Con este objetivo, buscaron estratégicamente la ubicación. El primero estará emplazado en la Escuela de Emprendedores, en la avenida Independencia al 900, una de las arterias más transitadas de Salta. “Si uno observa en el mapa, ve todo gris en 3 kilómetros a la redonda. Esto significa que solo los polinizadores más valientes van a poder llegar y establecerse ahí. Pero nosotros sabemos que esto es un proceso, primero tenemos que impactar en las personas, en las autoridades, llamar la atención de quienes pueden tomar decisiones sobre nuestra ciudad” indicó Kolber. “Queremos mover el avispero” es la frase que usa el profesor para entusiasmar a los alumnos con este proyecto que busca impactar en la ciudad y escalar esta solución a partir del compromiso de las autoridades que se sorprendan con la estación. “Este es solo el principio. Si logramos que nos vean, queremos instalar la idea de los corredores biológicos en una planificación urbana para conseguir calidad del aire y salud del ecosistema”, dijo.

Para que quede claro para los ciudadanos, los polinizadores, como abejas, mariposas y colibríes, son esenciales para la agricultura y la producción de alimentos. Por cada fruta que comemos, hubo una abeja que trasladó material genético vegetal de una flor a otra. La disminución de estos insectos pone en riesgo la seguridad alimentaria y la biodiversidad, lo que hace que iniciativas como las estaciones para polinizadores surgidas de una cátedra en una universidad se transformen en esenciales.

El Proyecto Polen del equipo de trabajo de UCASAL es un ejemplo de cómo el diseño industrial puede contribuir a enfrentar los desafíos ambientales actuales, al combinar la inspiración en la naturaleza con un enfoque interdisciplinario. Si todo resulta como lo pensaron, estas estaciones no sólo favorecerán la vida de los polinizadores, sino que fundamentalmente serán un espacio de reflexión para la población sobre la importancia de la biodiversidad y la sostenibilidad. Y están dispuestos a compartir esta experiencia con todas las ciudades que quieran establecer corredores biológicos en entornos urbanos.