La familia es el ámbito natural donde cada uno nace, crece, vive y se desarrolla. Es la institución básica de la sociedad y el lugar primario de formación humana por excelencia. Su centralidad es esencial tanto para la persona como para la sociedad misma.
Como afirmaba el Papa Juan Pablo II: “Tal como es la familia, así es la Nación, porque tal es el hombre”. Referirse a la familia y la sociedad implica necesariamente tratar el tema de los vínculos afectivos. La familia entraña una responsabilidad particular: ser transmisora de educación, valores morales y cultura.
Nos preguntamos entonces, ¿cómo es posible contribuir a la construcción de vínculos familiares sólidos, que puedan trasladarse luego a la comunidad social en la que habitamos? La respuesta parece ser casi espontánea. El rol de los padres cobra vital importancia para un desarrollo saludable de las nuevas generaciones. Su función se origina en el amor generoso, del cual se derivan el cuidado, la protección y el apoyo emocional.
Los padres representan el primer modelo a seguir para sus descendientes. Sus acciones y testimonios de vida suelen ser ejemplares y de profundo impacto en el desarrollo futuro de los más jóvenes.
Durante la niñez, los adultos representan la seguridad suficiente e indispensable que favorece el crecimiento emocional, físico y social, en el marco de un clima de afecto natural que une a la familia.
Una relación sólida entre padres e hijos durante la infancia es crucial para la construcción de una autoestima y confianza personal adecuadas. A medida que los niños crecen y entran en la adolescencia, el rol de los padres parece experimentar un cambio ante la necesidad de mayor independencia. Sin embargo, su guía y apoyo siguen siendo vitales.
El desafío para los padres radicará en equilibrar la autoridad con la comprensión, ofreciendo límites claros en un marco de diálogo abierto y comunicación efectiva que permita a los jóvenes sentirse escuchados y valorados.
La función de los padres en la familia no se limita únicamente a la crianza. Son responsables de construir un entorno familiar basado en el respeto mutuo, la solidaridad y el amor, capaz de acoger la vida en sus diferentes etapas.
Los vínculos familiares sanos tendrán una incidencia efectiva en las futuras relaciones interpersonales de los menores, influyendo en la manera en que interactúan con sus pares y el entorno social que los rodea.
Estos temas preocupan y ocupan la labor del Instituto de la Familia y la Vida “Juan Pablo II” de la Universidad Católica de Salta. En este sentido, la Dra. María Pía Moreno Fleming, Directora del IFV, sostuvo que “el bienestar de la sociedad depende en gran medida de la solidez y estabilidad familiar, que en los últimos tiempos se ha visto afectada por el impacto de los cambios y la vorágine del ritmo diario, lo que dificulta una relación afectiva de calidad con los más jóvenes”.
Las temáticas familiares requieren de atención específica y un abordaje concreto. En este contexto, surge la Conferencia sobre Familia y Vínculos: “Padres protagonistas en tiempos de cambio”. Se dictará el próximo miércoles 21 de agosto, a las 20:00 hs. en el Aula Magna de UCASAL (Campo Castañares).
El Instituto de la Familia y la Vida “Juan Pablo II” invita a las familias a conocer al Mg. José María Randle, disertante con experiencia en pedagogía familiar y liderazgo virtuoso.
No cabe duda de que la familia realiza, ante todo, el bien de “estar juntos”. Su contención es esencial. De ella depende el destino de cada persona, su felicidad y su capacidad de dar sentido a su existencia.
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