En el contexto actual, Argentina atraviesa por una crisis que, para algunos, representa una oportunidad de cara a los mercados internacionales. Bajo el modelo libertario, en los últimos meses han crecido los rumores sobre la apertura del país al mundo. ¿Qué tan posible sería volver a poner a Argentina en el top de los mayores productores y exportadores? Y, por el contrario, ¿cómo afectaría a los mercados regionales la reducción de los impuestos para beneficiar el ingreso de los productos de importación?

Por el momento, la incertidumbre predomina. Es en este marco que José Luis Altamirano, Magíster Licenciado en Comercio Internacional y Director de la Maestría en la Universidad Católica de Salta, analiza la situación y el posicionamiento del país en la agenda global.

El especialista en comercio internacional, el Mg. Altamirano, asegura que “el panorama en materia de comercio internacional es muy fructífero y alentador. La globalización, la economía del conocimiento y la inteligencia artificial nos permiten estar conectados y disfrutar de los beneficios económicos de la integración de todos los países, organizaciones y actores que, de una manera u otra, participan del comercio mundial”. Además, considera que la Argentina hoy tiene una nueva oportunidad, señalando que “la República se está insertando nuevamente dentro del mercado de capitales”.

Proyectando a futuro, ¿qué se viene en Argentina?

Altamirano destaca que la República Argentina es uno de los actores importantes, no solo por ser productor de productos primarios por excelencia y algunos de ellos con alto valor agregado, sino también por las perspectivas que genera a inversores las oportunidades de negocios en cualquiera de las ramas de la economía nacional. Subraya que la matriz exportadora e importadora de la república es muy diversa, lo que permite el ingreso de flujo capitales para su desarrollo y tecnificación.

El impacto de la apertura de los mercados en el país y la provincia

“La República Argentina, la región y Salta en particular tienen mucho para darle al mundo. Somos productores de materia prima por excelencia, pero también aportamos valor a la diversidad de productos primarios”, sostiene Altamirano. 

Para el Director de la Maestría en Comercio Internacional la apertura de mercados no significa una pérdida de oportunidades para la industria nacional y la mano de obra, sino todo lo contrario. Indica que nos incita a ser más competitivos y mejorar, promoviendo el intercambio tecnológico y un mejor posicionamiento estratégico ante el mundo. Afirma que así es como la República debe desarrollarse y emerger entre los distintos bloques económicos. “Sin lugar a dudas que hay ciertos impuestos que no benefician la importación y que su supresión sería un alivio a la industria y a todas aquellas actividades que necesitan materias primas importadas para su elaboración. La apertura, traería aparejado mayor grado de integración”, afirma.

¿Cómo impactaría en la economía regional la apertura de los mercados?

Altamirano señala que, a pesar de la escasez de recursos económicos, las diferentes economías regionales están enfrentando este proceso con un mayor fortalecimiento institucional tanto público como privado. Destaca que actividades como la minería en el NOA están creciendo a un ritmo sostenido. Además, menciona que la matriz energética, sustento de la industria, se está diversificando con vista a ser autosustentable y exportar sus excedentes.